Las elecciones generales españolas se celebraron el 20 de diciembre de 2015, los resultados fueron 123 diputados para el PP, 90 para el PSOE, 69 para Podemos y su combo, y 40 para Ciudadanos. Pasaron los meses y no lograron las alianzas necesarias para un acuerdo; Rajoy como zorro viejo, astuto, dijo que no contaba con los apoyos necesarios en ese momento, así que no se iba a presentar a un acto de investidura que ya sabía cómo iba a terminar.
Sin embargo, Pedro Sánchez pensó que era su momento, que iba a salvar a España, que el rey Felipe solo le había dicho a él que tenía la responsabilidad de llegar a un acuerdo, y se lanzó a tres actos de investidura en los que obtuvo un no como respuesta. ¿Por qué pasó esto? ¿No sabía Sánchez que no iba a salir electo? Al parecer no lo sabía, lo cual ya es grave, pero lo más grave fue su enfoque al analizar los resultados, su gran lectura del momento fue lo que dijo en su primera investidura, que el país había pedido un cambio y ese cambio pasaba por abandonar las políticas de Rajoy y el Partido Popular. Bueno, esa era una lectura un poco amañada de la realidad, porque si bien el Partido Popular había perdido tres millones de votos, después de un gobierno de recortes y medidas sumamente impopulares, seguía siendo el partido más votado del país con 7.215.530 votos.
Por si el señor Sánchez no lo ha notado, detrás de cada uno de esos votos hay una persona, que en principio pareciera estar en contra de su lectura del momento. Pero Sánchez no se conformó con eso, él dijo en su primer discurso de investidura que es un error pensar que quien más votos había sacado era el único legitimado para gobernar, es decir que a él la democracia a veces le queda bien, pero a veces le aprieta un poco.
Los errores de Sánchez
El primer error de Sánchez fue usar de blanco a Rajoy para hacer ver que el PSOE era un actor más de la nueva política, cosa que no es cierta. Para Podemos el PSOE es tan “casta” como el PP. Además, el último gobierno del PSOE en manos de Rodríguez Zapatero tuvo que convocar a elecciones adelantadas en vista de su incapacidad para afrontar la crisis que vivía el país. Ya Sánchez había adelantado filas con esa estrategia cuando llamó indecente en pleno debate a Rajoy, y éste con un traje de dignidad recién cosido se ofendió de tal forma, que Sánchez tuvo que reconocer que no fue un acierto semejante ataque.
Todos contra Rajoy |
El segundo error: decir que quien más votos saca no es dueño de la legitimidad de gobernar es obvio, pues para eso existe la mayoría absoluta, pero proponer que quien más votos sacó no forme parte del gobierno es un despropósito, y este absurdo es el que los tiene hoy ante unas nuevas elecciones. Según Sánchez, es legítimo que el resto de los partidos se aliaran y dejaran fuera del gobierno al Partido Popular, partido que había ganado la mayoría de los votos.
Ese razonamiento no solo dice mucho de lo que el PSOE opina de la democracia y la representatividad política, sino que a su vez dice mucho de España y su sistema político. Sistema político que ninguno quiere cambiar, ni los viejos ni los nuevos partidos hablan de eso, porque la tesis propuesta parte de que la corrupción y el gasto fueron posibles por las personas que gobernaban y su inmoralidad, pero cuando ellos lleguen al poder como son "buenos" y nobles, no robarán ni se portarán "mal" aún cuando gobiernen en el mismo sistema.
Ahora bien, el mayor error de Sánchez fue creer que Iglesias tenía la intención de establecer una alianza con el PSOE si ésta no le aseguraba llegar al poder. Creer que Iglesias había llegado ahí en tan poco tiempo porque no sabía cuál era su juego. Podemos puso sus condiciones, y si Sánchez las aceptaba: bien, y si no, se cumplía su primer gran objetivo, que alguien hiciera implosionar al PSOE y tomar la izquierda. Sánchez lamentablemente se la hizo fácil, y tal como se vio en el reciente debate, por el momento la izquierda es representada por Podemos.
En su primera investidura, Pedro, mientras atacaba a Rajoy como si su partido no hubiera gobernado ni un día, ni tuviera funcionarios juzgados por corrupción, hablaba de ilusión, de la gran ilusión que le provocaba conseguir alianzas para cambiar España. Al parecer ese es otro gran error de su parte, vivir de ilusiones.
Al parecer así terminará el 26J para Pedro |
España requería un análisis más profundo y realista, España merecía que Sánchez pensara en la unidad de la nación antes que en su ideología, España pedía que se defendiera su existencia antes que los puestos que iban a ocupar en el Congreso, pero Pedro en su miopía prefirió insultar e ignorar a quienes votaron por Rajoy, y convertirlos en blanco de los problemas, eso es lo que se hace cuando se ataca a quien ha sido votado por millones. Esta es la razón por la que las encuestas lo dan con menos votos en las próximas elecciones, porque Pedro sí pudo salvar a España, si hubiera aceptado la alianza con el Partido Popular, pero en lugar de eso decidió cortarse el cuello, mientras Podemos pensaba como Napoleón: "Nunca interrumpas a tu enemigo mientras está cometiendo un error".