Hoy nos cambiaron de guía, menos mal porque el de ayer era bastante pro azteca, y a veces teníamos la sensación de estar oyendo una cadena, con la liberación de los pobres aztecas que solo tenían 20 millones de personas sometidas, y que hacían la guerra a otros pueblos para luego cobrarles impuestos y vivir de ellos. A lo gringo, pues. No, perdón a lo azteca. Bueno, como lo han hecho todos los imperios, y como lo harán los que sigan, sean chinos, rusos o marcianos.
Nuestro guía se llama Gerardo, y nos fue preparando para subir a las pirámides, nos dijo que vamos a subir la del Sol porque es la más alta. Primero nos llevó a que viéramos cómo se saca el Pulke, una bebida que no nos gustó pero que parece que es afrodisíaca y dicen que es la responsable de que los mexicanos se reproduzcan tanto. Vimos que de la misma planta se sacaba papel, agujas, hilo, en fin, que la planta es versátil.
Llegamos a las pirámides y el guía nos explicó cuánto tiempo tardaron en construirlas, la que vamos a subir tiene 284 escalones, los gochos del grupo hacen chistes y empezamos a subir. El guía dice que quienes no quieran subir se queden con él, creyendo que mi mamá no iba a subir. Los otros cuatro que vamos con ella nos reímos, el guía no la conoce. De todo el grupo mi mamá llega arriba de cuarta. Atrás fuimos dejando a los maratonistas venezolanos que arrancaron a toda velocidad, a las chicas que nunca saben cuál es su talla cuando compran una camisa, y a los gochos insoportables, que por fin ante la falta de aliento dejaron de hablar de Cadivi y del reloj Suazzz que se van a comprar.
Para cerrar el maratón con broche de oro, vamos a la Basílica de la Virgen de la Guadalupe, y están en plena misa, así que a hacer silencio y hablar bajito que nos regañan...
Ni en Venezuela había hecho una cola para bendecir algo |
https://plus.google.com/u/0/109976021220645280466/?rel=author
No hay comentarios:
Publicar un comentario