jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Por qué no buscar afuera?

Venezuela entró de forma tardía al siglo XX gracias a las labores del presidente Juan Vicente Gómez, uno más de la larga lista de caudillos que nuestra patria a parido. Durante su mandato se descubrió el petróleo. Nuestra nula experiencia en esta área trajo como consecuencia que los gringos vinieran a explicarnos cómo debíamos explotar aquella maravilla que descansaba en nuestros suelo, y que prometía desarrollo, modernidad y dinero con poco esfuerzo.

Es posible que producto de las alianzas económicas de esos años, haya quedado un delirio fanático por los extrajeros que en el mejor de los casos nos ha hecho hospitalarios y querendones, y en el peor nos ha hecho no apreciar lo que tenemos y darle más importancia a lo de afuera.

Sin embargo, esto no siempre tiene que ser malo, es posible ver nuestro “defecto” como una fortaleza si nos sinceramos y actuamos como lo hicimos en años anteriores y si no sabemos hacer algo buscamos alguien fuera que sí lo sepa hacer.

Un terreno en donde aplicaría esto sería en el fútbol, por ejemplo, si tenemos buenos jugadores y no tenemos casi nunca buenos resultados, porque ya no perder 6 a 0, no es buen futbol, es simplemente por fin entender dónde queda nuestra portería y dónde queda la del contrario. Entonces, por qué no buscamos un entrenador afuera que sí  sepa cómo se juega el fútbol y use nuestros recursos (jugadores) de buena manera.

Seguramente, esta idea tenga millones de detractores que piensen que sería vergonzoso tener un entrenador extranjero en la selección de fútbol. Sin embargo, no estoy proponiendo ninguna novedad en nuestro país, estoy proponiendo que se haga lo que montones de veces han hecho los equipos de béisbol, cuando traen para entrenar un equipo nacional a una persona de afuera.

Entonces, debido a que hay evidencia empírica que demuestra que es mejor buscar alguien de afuera que lo haga bien, en lugar de seguir esperando que alguien aquí aprenda a hacerlo, ¿por qué no buscamos un presidente extranjero?

A lo largo de la historia venezolana, tenemos claras experiencias de fracasos en la búsqueda de mandatarios honestos, eficientes y confiables. Si algo está claro es que nunca hemos tenido un plan de país que podamos seguir. Entonces, sería mejor buscar un presidente afuera que nos organice, que administre nuestros recursos y saque el provecho que nosotros no sabemos sacarle a lo que tenemos.

Tendríamos múltiples ventajas con este modo de operar. En primer lugar, se exigiría que tuviera experiencia comprobada y estudios relacionados con la gestión pública, debido a que en el exterior existen personas así, aunque nos parezca raro. En segundo lugar, podríamos despedirlo en el momento que queramos, puesto que no sería venezolano, por lo que si no cumple los objetivos se va. Y, por último, contaría con más respeto por parte del país que un venezolano, porque aunque digamos en privado cuanlquier barbaridad sobre esa persona, seguro que cuando lo tengamos en frente solo le diremos “I want to be your friend”.

1 comentario:

  1. esto ya se me había ocurrido hace 11 años, cuando Bill Clinton salió del cargo en EEUU e insistí aún más 2 años después cuando Fernando Henrique Cardoso hizo lo mismo en Brasil... por cierto, ambos siguen desempleados.

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